Yo soy gay, así, con todas las letras, homosexual, maricón o como me quiera definir, no tengo miedo a ninguna palabra que defina mi orientación sexual. La tengo aceptada, reconocida y no trato de ocultarme detrás de una imagen falsa. Además tengo novio (sí, novio, y no pareja, no tengo necesidad de ocultar que es un hombre). Y llevamos juntos más de 9 años. Y con la promesa de casarnos en cuanto la economía nos lo permita. Y si no lo hemos hecho ya, simplemente es porque nuestra vida aún es demasiado inestable para poder mantener una casa en algún lado.
Durante estos días, algunos heteros, muchos reprimidos, y alguna que otra loca
- Pero van a romper la familia tradicional (nunca he entendido qué es eso de la familia tradicional en sí, como si todos tuviéramos que entrar en un esquema de madre, padre, y dos hijos, o como si la familia tradicional no tuviera problemas en sí mismo y te hiciera inmune a maltratos, drogas, prostitución, cuernos, divorcios, etc.).
- Pero no hace falta exhibirse: querido heterosexual, tú nunca has sentido miedo a darte la mano o darte un beso con tu pareja en público, nunca has tenido miedo a que por ser tú mismo te peguen una paliza o te insulten por la calle, o te echen de un local por ir con tu pareja. Yo sí. Y muchos otros gays también. Y por eso necesitamos reivindicar que tenemos el mismo derecho que tú a vivir sin miedo, y a poder amar sin que nos impongan restricciones adicionales. Y para eso, hace falta visibilidad. Lo que no se ve, permanece oculto y es como si no existiera. Y para normalizar hay que existir y ser visto. No te moleste si un día queremos hacernos ver, tú tienes 365 días al año para visibilizarte.
- Pero no existe un día del orgullo hetero: querido heterosexual, relee el punto anterior.
- Pero hay gays que no quieren casarse: claro, igual que hay muchos heteros que tampoco quieren casarse; eso no significa que no queramos tener el mismo derecho que tiene el resto: quiero tener el derecho, haga uso de él o no, igual que me gusta el derecho a viajar libremente en territorio nacional aunque decida quedarme en mi pueblo por vacaciones.
- Pero las calles se ensucian y las pagamos entre todos: también se ensucian las calles en las celebraciones futbolísticas (y hay varias de ellas al año), y de otras celebraciones deportivas, y también las pagamos entre todos. Y no, no a todos nos gusta el fútbol. También hemos pagado entre todos la limpieza de calles y el uso de las fuerzas de seguridad en la visita del Papa, seamos o no católicos. Y multitud de eventos públicos (procesiones, verbenas, manifestaciones, etc...), que pagamos entre todos estemos de acuerdo o no y seamos partícipes o no. Por favor, antes de decir sandeces, piensa un poco.
- Pero ya no hay discriminación: falso. Sigue habiendo y mucha, incluso discriminación latente y no manifiesta, por eso se sigue necesitando concienciación social. Incluso hace unos años me invitaron a marcharme de un piso compartido cuando se enteraron que era gay, ya que "no soy homófobo, pero creo que compartir piso con un gay puede ser peligroso". Y se quedó tan a gusto diciendo esto. Es como si dijéramos que no hay discriminación contra la mujer, pero obviáramos a todas las que asesinan cada año víctimas de violencia de género.
- Pero pero pero... en fin, podría seguir, pero se me iría este post muy lejos, y creo que más o menos ya he contestado a lo que creo que debía contestar.
Y por favor, si alguien quiere alguna aclaración a cualquiera de estos puntos, estoy dispuesto a tener un ratillo, incluso a sentarme y tomar un café.
Pero mientras tanto, el himno gay por excelencia en España:
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