lunes, 17 de diciembre de 2012

La semana del fin del mundo

Pues sí, parece ser que esta semana ya es el fin del mundo. Y la verdad, que viendo las noticias que han ido saliendo a lo largo del año, ya se estaba haciendo esperar. Casi como una liberación de todos estos telediarios que hemos ido aguantando estoicamente, de cientos de declaraciones televisivas a cual más penosa, y de un sentimiento de vergüenza ajena y desvergüenza generalizada. Parece que por fin todo esto se va a acabar. 
Así puede uno entender cómo ciertos predicadores de ahora y del pasado pudieron acaparar la atención y hacer creer que un mundo mejor estaba por venir; que un cielo colmado de bienes y de felicidad estaba esperando a aquel que se acogiera a la fe. Normal, si tal y como estamos (que no estamos tan mal), que la gente se agarrara a un clavo ardiendo. El miedo que me da es que la gente vuelva a caer en lo mismo y volvamos a épocas pasadas, como el caminar del cangrejo. Y como se dice que la historia siempre se repite...
Pero pasando del tema política (que ya más que aburrimiento me produce asco), me pregunto yo: ¿cómo acabará el fin del mundo? ¿Será un apocalipsis zombie? ¿Lloverá fuego? ¿Vendrán los marcianos a conquistarnos? ¿Una guerra mundial? ¿Rajoy? Desde luego, viendo las series de televisión, espero el apocalipsis zombie, que si bien da un poco de asquete, sí que es más entretenido y ameno, ahí huyendo por las calles, escopeta o ballesta en mano, reventando cabezas, asaltando supermercados y gasolineras... fíjate que hasta estoy deseando verlo. Lo malo es cuando te muerdan, pero supongo que es un riesgo asumible. 
Por si acaso esta semana tengo que proveer la nevera, que como la acabo de descongelar la tengo casi vacía. Hay que coger víveres por lo que pueda pasar, por si se va la luz a nivel mundial o algo. En cuanto a las armas, no hay problema, enfrente de mi casa hay una armería, así que está a mano, eso es reventarla en cuanto empiece el apocalipsis. Velas ya tengo, me faltarían linternas, pero supongo que habrá también en la armería.




¿Y vosotros? ¿Cómo vais a prepararos para el 21 de diciembre? ¿Alguna fiesta? ¿Viendo Sálvame Deluxe? 

lunes, 10 de diciembre de 2012

Asco de vida...

Lunes, 9 de la mañana, y ya está uno cansado de estar en la oficina. Este trabajo me está matando en vida. No es que no me guste nada, no, es que lo odio. De hecho, nunca me gustó trabajar de cara al público. A mi lo que me gusta es estar encerrado en mi despachito, al lado de una ventana, metido en mil papeles y organizarme yo mismo con mi mecanismo. Cuando he tenido esos trabajos, no es que pueda decir que sea feliz, pero sí que estaba como más tranquilo, más metido en mi mundo. Ahora es al contrario: todo el día de atención al público. Y lo peor es que no sólo es el público, sino que también me toca aguantar a compañeros habladores, a una jefa que tiene cero dotes de mando pero sí mucha prepotencia, y por si fuera poco... ¡tachán! Con el desánimo general que invade a la gente que acude a una oficina de empleo sabiendo que aquí no la vamos a poder ayudar.
La verdad es que es un asco, pero mientras no tengamos otra posibilidad de sobrevivir, es un sueldo que entra en casa, y ¡oye! ¡Que tal como están las cosas, es de agradecer! Por lo menos entra un sueldo en casa.
Pero lo dicho... asco de trabajo...
A ver si me animo el día, con un vídeo de estos que te hacen bailar.