jueves, 4 de junio de 2015

Golpe a golpe

Ya llega el verano y parece que viene pegando fuerte. No sólo por las convulsiones que se han ido produciendo en el último mes (siento no haber opinado sobre la carrera electoral de las municipales y autonómicas, pero he estado ausente en alma por culpa de unas oposiciones previsiblemente fallidas), sino que además el veranito ha empezado fuerte con temperaturas de esas que te hacen dormitar como un oso durante el mediodía y que te tienen atontado desde las 12 de la mañana. No es que odie el verano, es sólo que el calor lo llevo muy mal. Y cuando se pasan los 35 grados, ya no soy yo, dejo paso a una versión empeorada de mí mismo en la que se realzan la vaguería, el mal humor y la inacción. Pero a pesar de todo, hay que disfrutar del veranito en la medida que se pueda. Aunque el calor nos pegue una ostia bien grande cuando salgamos de trabajar, y otra ostia mayor cuando intentas montarte en el coche (al que inventó los cromados en el coche, en los pomos de sus puertas y en la palanca de cambios, sólo desearle que en el infierno le quemen con brasas ardientes tal como me quemo todos los días de verano los 5 primeros minutos que tengo que conducir).
En cuanto a planes... ya iré desvelando, de momento ¡cancioncita para animarse!



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