Pero la libertad es mucho más que eso. Es la libertad para poder vivir como uno elige, libremente, poder expresarse libremente, poder vestirse, peinarse y amar a quien a cada uno le dé la gana. Vivir donde uno desee, con quien desee, y disfrutar de la intimidad del hogar sin más límites que el respeto a los demás, tal y como marca la Constitución Española.
Pero sobre todo la libertad de expresión es una de las cosas que más valoro. Y mucho más ahora que parece que el mundo corre al revés, y se intenta coartar cada vez más la libertad de expresión amparándose en la ofensa a las creencias ajenas y a lo políticamente correcto. Y especialmente aquí, donde ahora se intenta que uno ni siquiera pueda protestar, ni expresar quejas bajo la amenaza de que los cuerpos policiales puedan detenerte bajo acusaciones de vete tú a saber qué. Desde luego, con mucha más razón si esas detenciones sólo vienen por parte de una determinada ideología, como así parece haber estado sucediendo últimamente, mientras otras personas pueden verse amenazadas impunemente, especialmente si lo que defienden es una libertad tan personal como es la de amar a quien se ama, y no a quien los demás les gustaría que quisieras.
La lucha por la libertad es una de las luchas más hermosas que puede existir, y desde luego una de las más humanas. Desgraciadamente, es una de las luchas más difíciles y que más cuesta conseguir, por eso hay que seguir haciéndolo con fuerza y sin desfallecer.
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