lunes, 1 de febrero de 2016

Siempre hay alguien más listo que tú

Una de las cosas que me apasionan, el entender al ser humano, es una de las cosas más frustrantes también por la imposibilidad de llegar a conocer cómo piensan los demás. Una cualidad que debería ser un superpoder.
Todo esto me llega por las inseguridades y miedos que he acumulado durante muchos años (la adolescencia es muy mala) con respecto a mi vida social, que en un momento determinado se llenó de experiencias entre regulares y malas, salpicadas entre unas cuantas buenas. Hoy gracias esa época mala para mi ya pasó. Una vez aceptadas determinadas situaciones personales (quién soy, qué quiero, a qué aspiro, etc.), todo aquello pasó. ¿El mayor miedo de todos los que tenía? Ser rechazado. En general, sí. Y es que los complejos y las inseguridades pesan mucho. Siempre te ves feo, te ves gordo, eres gay, y eso en la adolescencia pesa.
Con el paso de los años, si bien esas cosas ya dejan de preocuparte en gran medida porque uno crece y está más seguro de quién es y te empieza a importar una mierda lo que piensen los demás, te das cuenta de que las cicatrices quedan marcadas a fuego y de vez en cuando salen a relucir. Aunque no duelan, ahí están las secuelas.
Bueno, pero ¿y todo esto a qué viene? Pues viene a que una pequeña parte de gente que conozco tiene un problema con el que tuve que lidiar yo personalmente. Personas que han sido marcadas por complejos en su adolescencia, una vez que los superan creen estar por encima de los demás. Es decir, llega un momento en el que tienes que valorarte a ti mismo, y empiezas a decir "¡Qué coño! ¡Si soy estupendo! ¡No voy a dejar que me digan lo contrario y nadie va a pisotearme!" Y a partir de ese momento, en el que uno saca su autoestima, se corre el riesgo de elevarse tanto que se deje de tocar el suelo y verse los propios defectos, o al menos creerse superior a cuantos te rodean. Como digo, conozco a gente que tiene este síntoma, si puedo denominarlo así.
Como digo, yo también lo he sufrido. Y no hay mejor cura que cuando te creas muy listo, pensar que siempre hay alguien más listo que tú. Incluso en aquella persona que veas que sea un tontolaba, que apenas tenga cultura general y no puedas mantener una conversación. Esa persona seguro que tiene muchas cosas en las que es mejor y más listo que tú. Y cuando puedo pensar que determinada persona es así, siempre pienso mi frase/chiste favorito: "Sí, pero ese sabe comprar drogas y tú no". Asunto concluido. Ya me gana en algo en lo que no tengo ni idea. Y ¡oye!, que es algo que no es nada fácil. Otro día contaré esta anécdota.
Mientras tanto, siempre hay alguien más listo que tú.




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