miércoles, 19 de agosto de 2015

¿Afeitarse?

La verdad que en los dos últimos días me he quedado dormido y he llegado tarde al trabajo, con todo lo que ello implica. No sólo no he podido hacer mi ratito de ejercicio antes de desayunar, ni siquiera desayunar en casa... sino que también he ido a la oficina sin afeitar. Y siendo hoy miércoles, no lo he hecho desde el pasado sábado, así que ya voy teniendo un careto que cada vez es más de mendigo y menos propio para trabajar en una oficina. Que sí, que vale, que en las oficinas también hay gente con barba, bigote, perilla, patillas, o lo que quieran, pero al menos se las arreglan. Lo mío es un estado salvaje (del caribe) que no es para nada elegante.
Y estando hoy así, teniendo que rascarme la barba de la papada porque ya va picando... me acuerdo de que hace años mi padre me echaba la bronca si un día aparecía sin afeitar, porque decía que los hombres tienen que afeitarse a diario, porque si no, van hechos unos guarros. Y al parecer no sólo era mi padre. Un amigo me dijo exactamente lo mismo del suyo, y ni se conocen ni viven cerca. Así que parece ser que es una cuestión... no sé si de una época en la que les educaban así, o más bien de gustos personales. El caso es que últimamente me pasa mucho, que cada vez me abandono más y dejo de ir hecho un pincel y menos arreglado, y a mi amigo igual, y cada vez veo a más hombres así. Supongo que los gustos cambian.
Y en fin, moraleja no tiene esta historia, simplemente es un pensamiento fugaz que como vino se fue.
Por cierto, esta noche sin falta me paso la maquinilla, no sea que mañana vuelva a quedarme dormido (que viendo el ritmo de verano que llevo es lo más probable).



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