Pero esto no es más que una ilusión, pues llega septiembre, llegan los redactores a ocupar sus puestos y se acaban las suplencias de los becarios. Y empieza de nuevo la vida. Sólo que este año además vienen unas elecciones generales, que si todo es como debe de ser, serán moviditas. Porque, y personalmente espero que sea así, han entrado en el arco parlamentario dos partidos que quieren su trocito del pastel, y pueden venir a poner las cosas un poco más complicadas de lo que solían ser. Tenemos una política nacional bastante aburrida, así que un poquito de movimiento y de dificultar el aposentamiento de culos en sus sillones no vendría nada mal.
Pero al final, y como todo, terminaremos hartos de la política y de los políticos. Y hartos de tanta noticia coñazo, de tanto bombardeo constante con nuevas informaciones (que seguramente nos interesen poco). Porque como ya he dicho, parece que en este país todo está politizado, y no existan intereses noticiables más allá. En fin, preparémonos para la tormenta.
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