martes, 28 de julio de 2015

La calma antes de la tormenta

Parece que con el estío se produce un parón en general de todo tipo de noticias, sucesos, y eventos. Y no es que la vida no siga su curso y se produzcan hechos noticiables. Más bien parece que las redacciones y las agencias de noticias están vacías de recursos humanos durante buena parte del verano, unido al hecho de que la actividad política se encuentra casi paralizada, lo que anima aún menos el poder dar noticias de calado, al menos en la mayoría de medios de comunicación españoles, en los que parece que la actualidad se divide en dos únicos bloques: política y deportes.
Pero esto no es más que una ilusión, pues llega septiembre, llegan los redactores a ocupar sus puestos y se acaban las suplencias de los becarios. Y empieza de nuevo la vida. Sólo que este año además vienen unas elecciones generales, que si todo es como debe de ser, serán moviditas. Porque, y personalmente espero que sea así, han entrado en el arco parlamentario dos partidos que quieren su trocito del pastel, y pueden venir a poner las cosas un poco más complicadas de lo que solían ser. Tenemos una política nacional bastante aburrida, así que un poquito de movimiento y de dificultar el aposentamiento de culos en sus sillones no vendría nada mal.
Pero al final, y como todo, terminaremos hartos de la política y de los políticos. Y hartos de tanta noticia coñazo, de tanto bombardeo constante con nuevas informaciones (que seguramente nos interesen poco). Porque como ya he dicho, parece que en este país todo está politizado, y no existan intereses noticiables más allá. En fin, preparémonos para la tormenta.




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