lunes, 10 de diciembre de 2012

Asco de vida...

Lunes, 9 de la mañana, y ya está uno cansado de estar en la oficina. Este trabajo me está matando en vida. No es que no me guste nada, no, es que lo odio. De hecho, nunca me gustó trabajar de cara al público. A mi lo que me gusta es estar encerrado en mi despachito, al lado de una ventana, metido en mil papeles y organizarme yo mismo con mi mecanismo. Cuando he tenido esos trabajos, no es que pueda decir que sea feliz, pero sí que estaba como más tranquilo, más metido en mi mundo. Ahora es al contrario: todo el día de atención al público. Y lo peor es que no sólo es el público, sino que también me toca aguantar a compañeros habladores, a una jefa que tiene cero dotes de mando pero sí mucha prepotencia, y por si fuera poco... ¡tachán! Con el desánimo general que invade a la gente que acude a una oficina de empleo sabiendo que aquí no la vamos a poder ayudar.
La verdad es que es un asco, pero mientras no tengamos otra posibilidad de sobrevivir, es un sueldo que entra en casa, y ¡oye! ¡Que tal como están las cosas, es de agradecer! Por lo menos entra un sueldo en casa.
Pero lo dicho... asco de trabajo...
A ver si me animo el día, con un vídeo de estos que te hacen bailar.


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