miércoles, 22 de junio de 2016

Aburrimiento de tó (26J)

A ver, no es que uno esté aburrido de la vida, sino que últimamente parece que el personal está aburrido en general de lo noticiable. Vale, no sé si es general, sí personal. Estoy aburrido de volver a repetir elecciones, de volver a votar (lo mismo, porque creo que poca gente va a cambiar el voto), de volver a aguantar a los políticos de turno haciéndose los modernos y los guays en la tele, yendo a programas que poco tienen que ver con la actualidad o la política (tipo El Hormiguero, que parece ser el culmen donde tiene que ir todo político que tenga intención de romper las encuestas y hacerse con el hashtag del día). Y eso sin contar con la mierda de debates electorales. Y digo MIERDA con todas las letras, en mayúscula, y si se pudiera, en neón. Porque claro, si de lo que se trata es de ver un partido de tenis y soltar bolas a diestro y siniestro, pues vale. Pero claro, si uno tuviera que decidir su voto por lo que se dice... me quedaría en casa. Sólo se ven a políticos soltando el consabido "y tú más", el "yo lo que nunca haría sería lo que hace X", y poco más... 
Y lo peor de todo, lo más triste, lo más inútil, es que mucha, mucha, mucha gente entra en ese juego que hacen, en el que se acaban creyendo que existen buenos y malos, que hay políticos que se sacrifican por el país, que lo que quieren es el bien común, que lo que les interesa es algo más que acaparar poder y favores, que sólo ellos son serios y saben manejar el poder público, y que si viene el contrario (ahora contrarios) va a arruinar el país y poco menos que terminaremos como Afganistán, Burundi o el mismo Infierno. A todos esos crédulos, a todos esos cortos de entendederas que se tragan cualquier cosa sólo porque sale en la tele y le dan credibilidad sin mácula, les deseo un infierno en el que tengan que pagar por toda la subnormalidad y la ignorancia desprendida durante su vida. Y que además no coincidan en mi infierno, porque encima les doy de collejas hasta que llegue el invierno eterno. ¡Hombre ya!


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