Leí hace poco una frase que me encantó, porque encaja con lo que pienso: "No hay falta de tiempo, hay falta de interés". Lo cierto es que lo llevo pensando mucho tiempo. Cuando escribes a un amigo y no te responde. Cuando ves que pasan los meses y no te escriben para preguntarte cómo estás. Cuando quieres quedar con alguien y nunca puede tomar un café contigo. Todas esas cosas son habituales. Y siempre suele salir una excusa recurrente: es que no he tenido tiempo. Sin embargo, cuando interesa algo, siempre hay tiempo. ¿Escribir un mensaje? Siempre hay tiempo a lo largo del día, cuando esperas a que la tostada se haga, o mientras se calienta la comida, o cuando se está sentado en el trono. Siempre hay un momento a lo largo del día para escribir. No digo yo que el momento de soltar lastre sea idóneo para acordarte de alguien; pero si es por tiempo, ahí se tienen las dos manos libres y tiempo para reflexionar y escribir. ¿Quedar para un café? Seguro que siempre hay tiempo, a lo largo del año, en que se tengan menos actividades. Cualquier otra cosa, es una excusa. Y ojo, que no digo yo que no la haya utilizado nunca, pero cada vez menos. Y es que si no quieres quedar con alguien, pues mira, directamente dices el "ya te llamaré", y quedas como un rey, y la otra persona sabe lo que hay. Pero no digas "no he tenido tiempo". Eso es hasta descortés. Tengo amigos que no han podido tomar café conmigo desde hace unos 5 años. Amigos. Por decir algo, claro.
Como uno es tonto, vuelve a escribir una y otra vez a esa gente proponiéndole planes, preguntando cómo están, y tratando de mantener un contacto por el que ellos muestran poco o ningún interés. Por eso, para tratar de ser menos tonto, desde hace un tiempo he tomado una determinación: a cada contacto del móvil que ha mostrado esa falta de interés, le voy poniendo una señal de prohibido al lado en cuanto detecto esa apatía y dejadez. Cuando veo que no se dignan en responder a un mensaje durante tres días pero sí que escriben en redes sociales, ¡zasca! Signo de prohibido. Cuando veo que propongo quedar y nunca tienen tiempo pero sí que cuelgan fotos saliendo con otra gente, ¡zasca! Signo de prohibido. Así voy sumando una colección que me recuerda cuán tonto fui en tantas ocasiones, y me enseña la lección fundamental: valórate a ti mismo.
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